miércoles, 25 de septiembre de 2013

Los territorios sociales, el pisoteo a la dignidad y las favelas del Brasil

      

En la querida Coronel Oviedo se tiene unos 145 territorios sociales, con un promedio de 80 A 110 familias en cada lugar, en diez años aproximadamente, según la ONG ADIS PARAGUAY y nos convierte en una de las ciudades que tienen brechas de pobreza, como lo han tenido durante años algunas ciudades del Brasil llamadas favelas, y forman parte de nuestra realidad social, con la diferencia de la cantidad habitacional del país vecino y con un abismal crecimiento económico y demográfico, demasiado diferente, pero es la misma realidad social.

Particularmente soy una socióloga frustrada. No me siento con demasiada sabiduría porcentual de analizar con fuerza profesional, pero estoy segura que no voy lejos de la realidad.


Necesitamos enfocar proyectos conjuntos con instituciones del estado y privados no solamente utilizarlos a estos conciudadanos como “excusas” para ser ubicados como el departamento más pobre, sin tener un plataforma social serio, con sensibilidad y dejar de utilizarlos solamente como escudos para números estadísticos o presupuestarios. El futuro de la ciudad es de todos los ovetenses y debemos que ser más incluyentes.

Existen demasiadas causas, como el caso de que gente huye del sector rural hacia los centros urbanos en busca de mejores condiciones a falta de incentivos para el joven o las familias en el rubro agrícola, el sueño de tener vivienda digna en la gran ciudad, pero sobre todo se ha jugado con la dignidad de estas familias que se les dio una ilusión fuera de la realidad. Se han adquirido inmuebles por la SAS en su mayoría bajo la presión de las invasiones inminentes y con organizaciones sociales donde los que ganaron fueron los más avivados no solamente dirigentes sociales, sino políticos, nexos y hasta ministros de la SAS en adquirir terrenos urbanos a costos millonarios y muchos de ellos en zonas bajas, no aptos para ninguna construcción y desde hace diez años buscan tener un hogar digno a sus familias. Si bien, muchas viviendas se han construido y hay familias con arraigo y búsqueda de mejores condiciones, otros han revendido en varias ocasiones y han abandonado para buscar el mismo círculo vicioso de vivir de la mendicidad y en la promesa de que alguna vez puedan formar parte del casco urbano con una infraestructura básica.

Todos los ovetenses coincidimos en reconocer que durante el gobierno del conciudadano Nicanor Duarte Frutos se han realizado varias obras como asfaltados y otras construcciones para mejoramiento de la comunidad que siempre ha sido objeto de halagos del fanatismo ovetense. Sin embargo, debemos ver lamentablemente sufrir la herencia de los Asentamientos, hoy llamados territorios sociales que ha fomentado en su gestión, lejos de un trabajo de planificación, sustentabilidad y de mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos. No podemos tapar esta situación a causa de un errado populismo nos deja con amplia responsabilidad de los actores políticos y sociales que no tienen interés real de bien común, sino solamente fueron esenciales para “aumentar el caudal electoral ovetense en forma numérica” que fue la razón esencial para formarlos.

Según SENAVITAT en su informe de diciembre de 2012 se tiene un déficit de unos 1.100.000 viviendas en Paraguay. Según el BID indican que 43 de cada 100 familias viven en condiciones de hacinamiento. Coronel Oviedo no escapa a esta realidad, al precisar según la cantidad de territorios sociales unas 11.600 viviendas en promedio, solamente para esos lugares. Es una utopia en nuestro país, donde existe tanta pobreza, que aún habiendo tenido un presidente de la república ovetense, se construya unas esa cantidad de viviendas sólo en la ciudad de Coronel Oviedo, como dice una canción, es igual a “no pensar lo que pasará mañana y seguir soñando”

Los asentamientos, pues el cambio de nombre no mejora la situación real en que viven, son lugares donde en la gran mayoría hay hacinamiento, viviendas precarias, falta agua potable, escuelas, caminos, alambrados o deslindes, fuentes de trabajo para alimentación, sin un sentido de pertenencia que se exige sociológicamente para superarse y tener un proyecto de vida aceptable para los hijos, algunos revenden o tienen varias “casitas”, mucha miseria económica. Pero también se tiene miseria en los valores, como se dio el caso reciente del embarazo de una niña de 12 años abusada por la pareja de su abuela en uno de estos lugares, y otros casos que tal vez no se denuncien, donde abunda la droga, el alcoholismo, la promiscuidad sexual, etc, y hasta existe un cierto temor en ingresar en estos lugares. La dignidad humana se pisotea.

Los territorios sociales están en los discursos y en las promesas electorales. Aumentan los gestores y dirigentes sociales que convierten sus acciones en profesión y de negociaciones interesantes a veces a favor de sus intereses particulares, especialmente en periodos de elecciones. Debemos reconocer sobre todo más posibilidades de caudal electoral en época de elecciones y hasta una marca registrada de algunos sectores políticos que se atribuyen sus zonas de trabajo político para vanagloriarse con ciertos cupos partidarios o vanagloriarse en decisiones de cueteo, a costa de la pobreza de ellos. O sea, me encargo de “tantos votos” del Asentamiento “X” y me dan esto.

Debemos distinguir a varios han salido adelante con apoyo del estado y de otros sectores y construyen el concepto de responsabilidad ciudadana o protagonismo tratando de superarse. Por más que pululan organizaciones no gubernamentales, muy pocas acciones concretas se plasman en estos lugares y en esto debemos reconocer a la ADIS PARAGUAY que trabaja con varios sectores tratando de que puedan adquirir profesiones de mandos medios y capacitándolos para mejorar e incentivarlos para salir adelante.

Las instituciones del estado como SENAVITAT, SAS, INDERT en conjunto con la Gobernación de Caaguazú y la Municipalidad, con las ONGs registradas en la ciudad y reciben prestaciones del estado y armonizar proyectos conjuntos y en forma coordinada ofrezcan no un simple “asistencialismo” (como ej. TEKOHÁ) sino planificar en base a datos reales para cambiar esa situación de vulnerabilidad y pobreza extrema y con puedan mejorar sus condiciones con un criterio de sustentabiidad o sostenibilidad, es decir, que puedan mantenerse por sí mismos de alguna manera, sin depender de los políticos de turno y puedan satisfacer las necesidades básicas de los que ocupan estos territorios sociales.

Ya no más palabrerías sobre la pobreza, porque ya estamos convencidos de eso, no hace falta que los actores políticos nos repitan como loritos que tenemos pobres en 145 territorios sociales y 73 compañías de Coronel Oviedo, pues ya terminó la campaña política o piensan mantenerlos pobres para otras campañas políticas? Hay que realizar acciones planificadas, renovemos el panorama y cambiemos el disco rayado de lamento paraguayo.

Finalmente, a modo de comparaciones para analizar, sobre las favelas y tomar ejemplo las Rio de Janeiro, que tiene en gran cantidad y resulta imposible mudarlos o llevarlos en otros ambientes, durante los eventos deportivos u otros de gran envergadura que se organizaron y se siguen proyectando en esta ciudad brasileña, que tiene 1182,3 km² y una población total igual que el Paraguay, (cerca de 6.500.000 habitantes) sede de grandes empresas importantes (Petrobras), y que no han podido solucionar esa realidad de las zonas de “pobres” . Una diferencia abismal de Coronel Oviedo que tiene unos 878, 8 km2 de superficie y con cerca de 150.000 habitantes, sin entrar a detalles del PIB etc., sino solo asumir que ambas ciudades tienen problemas similares con la brecha de pobreza de sus ciudades y podamos tomar la misma responsabilidad que ellos tuvieron con estos ciudadanos. Pues, lejos de esconderlos o tal vez suprimirlos, convierten estas favelas en atractivo turístico, pintados en colores, con sistemas de salud y educación, con un ejército de policías y militares instalados, mejorando todos los servicios básicos que siempre han tenido y dándoles protagonismo dándoles trabajo y con participación activa de estos eventos.

Los brasileños no escapan de la realidad, no se quejan de sus pobres, aceptan el reto de compartir ricos o empresarios multinacionales con ocupantes de favelas y nos demuestran que todos pueden organizar juntos el Encuentro mundial de jóvenes católicos con el Papa o el mundial de fútbol el año entrante y que todos son parte de Brasil, el país más grande del mundo.






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